LENGUA MATERNA. ESPAÑOL.
MIÉRCOLES 14 DE OCTUBRE
El Molinito, Naucalpan de Juárez, Estado de México; miércoles 14 de octubre de 2020.
Artículo constitucional de la semana: Artículo 5°: ______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
Bloque 1: En tus manos.
Secuencia 1: Leer cuentos de diversos subgéneros.
Sesiones 7 a la 8 (páginas 29 - 31).
1.- Copia la información sobre algunos tipos de narrador que puede tener un cuento:
Tipos de narrador
Antes que nada, resulta fundamental distinguir el concepto de autor (o escritor) del de narrador. Mientras que el autor (o escritor) es la persona que escribe el relato, el narrador es la voz que nos transmite la historia. Por tanto, es el autor el que decide qué narrador nos va a contar la historia y de qué manera va a hacerlo.
Existen muchos tipos de narradores y muchas clasificaciones. Sin embargo, una de las clasificaciones más usadas es en función de la persona verbal utilizada para contarnos la historia: primera (yo), segunda (tú), tercera (él). Vamos a ver, según esta clasificación, qué tipos de narradores son los más frecuentes.
Antes que nada, resulta fundamental distinguir el concepto de autor (o escritor) del de narrador. Mientras que el autor (o escritor) es la persona que escribe el relato, el narrador es la voz que nos transmite la historia. Por tanto, es el autor el que decide qué narrador nos va a contar la historia y de qué manera va a hacerlo.
Existen muchos tipos de narradores y muchas clasificaciones. Sin embargo, una de las clasificaciones más usadas es en función de la persona verbal utilizada para contarnos la historia: primera (yo), segunda (tú), tercera (él). Vamos a ver, según esta clasificación, qué tipos de narradores son los más frecuentes.
1. Narrador en primera persona
Narrador protagonista
Este narrador habla en primera persona y se corresponde con el personaje protagonista de la historia. Nos cuenta los hechos desde su punto de vista, presentándolos en forma subjetiva, contando solamente lo que él ve, piensa y siente. Por tanto, el lector puede acceder a sus pensamientos o sentimientos, pero únicamente a ellos, no pudiendo acceder a los del resto de personajes.
Ejemplo
Dejé a Inés con la palabra en la boca. No estaba dispuesto a escuchar ni una excusa más. Decía que quería ayudarme, pero, lejos de eso, siempre encontraba algún motivo para salirse con la suya. Me encerré en mi despacho, puse música clásica y saqué los papeles que me había dado Miguel. Quizás si volvía a leerlos hallaría alguna pista.
Este narrador habla en primera persona y se corresponde con el personaje protagonista de la historia. Nos cuenta los hechos desde su punto de vista, presentándolos en forma subjetiva, contando solamente lo que él ve, piensa y siente. Por tanto, el lector puede acceder a sus pensamientos o sentimientos, pero únicamente a ellos, no pudiendo acceder a los del resto de personajes.
Ejemplo
Dejé a Inés con la palabra en la boca. No estaba dispuesto a escuchar ni una excusa más. Decía que quería ayudarme, pero, lejos de eso, siempre encontraba algún motivo para salirse con la suya. Me encerré en mi despacho, puse música clásica y saqué los papeles que me había dado Miguel. Quizás si volvía a leerlos hallaría alguna pista.
Narrador testigo
Este narrador habla en primera persona y se corresponde con un personaje secundario de la historia. También nos cuenta la historia limitándola a lo que ve, piensa y siente, siempre desde su punto de vista. Por tanto, no nos aporta demasiada información sobre los demás personajes ni sobre el personaje principal.
Este narrador habla en primera persona y se corresponde con un personaje secundario de la historia. También nos cuenta la historia limitándola a lo que ve, piensa y siente, siempre desde su punto de vista. Por tanto, no nos aporta demasiada información sobre los demás personajes ni sobre el personaje principal.
2. Narrador en segunda persona
Este narrador habla en segunda persona, como si se dirigiera al lector o como si hablara consigo mismo (desdoblando su persona y hablándole a esa otra parte). Suele usarse solamente en determinados fragmentos, y no a lo largo de toda una novela, y además suele usarse con el verbo en presente.
Ejemplo
Llegué cinco minutos antes. Al entrar, la recepcionista me miró como si ya supiera a lo que iba.
—Vengo a hacer una entrevista.
Siguiendo sus indicaciones, me senté en la sala de espera. La puerta del despacho no tardó en abrirse. Nos dimos la mano y nos sentamos. Luego, empezamos a comentar mi currículum. El miedo y la inseguridad me acechaban, sobre todo al recordar la gran cantidad de desastrosas entrevistas que había hecho. Sin embargo, y no sé por qué, esta vez fue distinto. Sufrí por dentro y sudé por fuera, pero mantuve la compostura y poco a poco fui resolviendo la situación con éxito. Cuanto mejor me salía, más cómodo me sentía y mejor impresión era capaz de dar. Y así fue cómo conseguí mi trabajo. Todo es posible en esta vida. Cuando sientes ganas de abandonar, cuando crees que ya no puedes aguantar ni un minuto más, ése es precisamente el momento en que cambia tu suerte.
Este narrador habla en segunda persona, como si se dirigiera al lector o como si hablara consigo mismo (desdoblando su persona y hablándole a esa otra parte). Suele usarse solamente en determinados fragmentos, y no a lo largo de toda una novela, y además suele usarse con el verbo en presente.
Ejemplo
Llegué cinco minutos antes. Al entrar, la recepcionista me miró como si ya supiera a lo que iba.
—Vengo a hacer una entrevista.
Siguiendo sus indicaciones, me senté en la sala de espera. La puerta del despacho no tardó en abrirse. Nos dimos la mano y nos sentamos. Luego, empezamos a comentar mi currículum. El miedo y la inseguridad me acechaban, sobre todo al recordar la gran cantidad de desastrosas entrevistas que había hecho. Sin embargo, y no sé por qué, esta vez fue distinto. Sufrí por dentro y sudé por fuera, pero mantuve la compostura y poco a poco fui resolviendo la situación con éxito. Cuanto mejor me salía, más cómodo me sentía y mejor impresión era capaz de dar. Y así fue cómo conseguí mi trabajo. Todo es posible en esta vida. Cuando sientes ganas de abandonar, cuando crees que ya no puedes aguantar ni un minuto más, ése es precisamente el momento en que cambia tu suerte.
3. Narrador en tercera persona
Narrador omnisciente
Este narrador habla en tercera persona. No participa en los hechos, o sea, es externo a la historia y la contempla desde fuera.
Es la figura de “el que todo lo sabe”. Este narrador habla en tercera persona y no se corresponde con ningún personaje, ni protagonista ni secundario. Se trata de alguien que nos cuenta la historia desde arriba, como si fuera Dios. Puede ver todo lo que pasa en el presente, incluso lo que pasa en un mismo momento en lugares distintos o alejados, y conoce el pasado y el futuro; es decir: se desplaza libremente por el tiempo y el espacio. Y no sólo sabe lo que sucede, sino que también conoce todo lo que piensan y sienten los personajes. Su conocimiento de los hechos, por tanto, es total y absoluto. Por otro lado, esta figura puede hacer sus propias reflexiones y juzgar a los personajes. Es el tipo de narrador más habitual de la novela y un grandísimo porcentaje de obras maestras están escritas en este punto de vista.
Ejemplo
Juan la dejó con la palabra en la boca. Sentía que en realidad se lo tenía bien merecido, porque aunque decía que quería ayudarlo, nunca lo hacía y siempre encontraba algún motivo para salirse con la suya. Se encerró en su despacho, puso música clásica y sacó los papeles que le había dado Miguel creyendo que si volvía a leerlos con calma tal vez hallaría alguna pista.
Inés, por su lado, no tuvo el valor de subir. Estaba agotada y ya no sabía cómo demostrarle que su amigo no era lo leal que él creía. Años después se reiría de todo esto, pero, por el momento, no podía más que estar ahí, dándole vueltas al asunto. Estuvo tumbada escuchando sonar en el piso de arriba ‘Las cuatro estaciones’ de Vivaldi, hasta que, finalmente y de puro cansancio, quedó dormida.
Este narrador habla en tercera persona. No participa en los hechos, o sea, es externo a la historia y la contempla desde fuera.
Es la figura de “el que todo lo sabe”. Este narrador habla en tercera persona y no se corresponde con ningún personaje, ni protagonista ni secundario. Se trata de alguien que nos cuenta la historia desde arriba, como si fuera Dios. Puede ver todo lo que pasa en el presente, incluso lo que pasa en un mismo momento en lugares distintos o alejados, y conoce el pasado y el futuro; es decir: se desplaza libremente por el tiempo y el espacio. Y no sólo sabe lo que sucede, sino que también conoce todo lo que piensan y sienten los personajes. Su conocimiento de los hechos, por tanto, es total y absoluto. Por otro lado, esta figura puede hacer sus propias reflexiones y juzgar a los personajes. Es el tipo de narrador más habitual de la novela y un grandísimo porcentaje de obras maestras están escritas en este punto de vista.
Ejemplo
Juan la dejó con la palabra en la boca. Sentía que en realidad se lo tenía bien merecido, porque aunque decía que quería ayudarlo, nunca lo hacía y siempre encontraba algún motivo para salirse con la suya. Se encerró en su despacho, puso música clásica y sacó los papeles que le había dado Miguel creyendo que si volvía a leerlos con calma tal vez hallaría alguna pista.
Inés, por su lado, no tuvo el valor de subir. Estaba agotada y ya no sabía cómo demostrarle que su amigo no era lo leal que él creía. Años después se reiría de todo esto, pero, por el momento, no podía más que estar ahí, dándole vueltas al asunto. Estuvo tumbada escuchando sonar en el piso de arriba ‘Las cuatro estaciones’ de Vivaldi, hasta que, finalmente y de puro cansancio, quedó dormida.
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